Hablando no solo para uno mismo

Hablando no solo para uno mismo

hablando_no_solo_para_uno_mismo_1946_2013

Julia Hartwig 
HABLANDO NO SOLO PARA 
UNO MISMO 1946-2013 
Colección: La Rama Dorada Poesía. 

ISBN: 978-84-940929-2-3. 
278 Págs. 310 grs. 14 x 22 cm. 
Encuadernación: rústica con solapas.
C/IVA 16 € / S/IVA 15,38 €.

Julia Hartwig nace en la ciudad polaca de Lublin el 14 de agosto de 1921. La guerra la sorprendió en su ciudad natal, donde paso parte del periodo de ocupación nazi. Comprometida con la acción conspiradora, participo en las actividades clandestinas universitarias de la Universidad de Varsovia, en la que asistió a las lecciones  de grandes maestros de la Filología y la Filosofía, quienes le proporcionaron un magisterio excepcional al tiempo que ejercieron en ella una notable influencia en el desarrollo de su personalidad intelectual y creadora.

La obra literaria ha trascendido desde hace ya mucho tiempo las fronteras de Polonia y ha sido traducida a numerosas lenguas, entre ellas al inglés, francés, italiano, eslovaco, checo y húngaro. También ha sido galardonada con relevantes premios nacionales e internacionales.

Además de poesía ha cultivado con profusión la traducción literaria, especialmente de la literatura francesa, el ensayo (género en el que destacan libros como Apollinaire (1962) —traducido al francés, al checo, al ruso y al húngaro— y Gerardde Nerval (1972).

Hablando no solo para uno mismo (Poesía 1946-2013) es una obra antológica para cuya elaboración hemos tenido el honor de trabajar durante más de tres años en constante complicidad personal con la propia autora  y en la que hemos pretendido que suenen todos los tonos de su voz, desde el primer grito desgarrado de los años de posguerra hasta los silencios más actuales. La iridiscencia de la poesía de Hartwig responde a la actitud misma de la creadora ante la realidad: la contemplación. Hartwig observa la realidad con mirada mística, contemplativa, y la acepta tal y como es. Sin quejido ni llanto, contempla el mundo que la rodea y lo capta como el objetivo de una cámara fotográfica para plasmarlo e inmortalizarlo en el negativo de la memoria para así más tarde —horas, días, meses, años— hacerlo aflorar en el revelado de las palabras