Ko Un
UNAS HORAS CON LOS POETAS MUERTOS
Colección: Poesía.
ISBN: 978-84-944711-0-0.
160págs. 200 grs. 13,5 x 21,5 cm.
Encuadernación: rústica con solapas.
C/IVA 12€ / S/IVA 11,54 €.
KO UN nació en Gunsan, provincia de Jeolla del Norte en 1933. La Guerra de Corea lo traumatizó de forma física y psicológica, y provocó la muerte de muchos de sus familiares y amigos. Su audición se vio afectada por el ácido que echó en su oído durante una crisis aguda que tuvo en este tiempo y se dañó aún más después de recibir una paliza de la policía en 1979. En 1952, antes de acabar la guerra, Ko se hizo monje budista. Después de una década de vida monacal, decidió regresar a la vida secular en 1962 y entregarse a la poesía. Desde 1963 a 1966 vivió en Jejudo, donde fundó una escuela benéfica, y después regresó a Seúl. Su vida no fue tranquila en el mundo exterior y se lesionó al intentar suicidarse por segunda vez en 1970. En la época en la que el gobierno de Corea del Sur intentó frenar la democracia al proponer la Constitución Yusin a finales de 1972, Ko Un se volvió muy activo en el movimiento democrático y lideró esfuerzos para mejorar la situación política en Corea del Sur, por lo que fue a la cárcel en cuatro ocasiones. En mayo de 1980, durante el golpe de estado llevado a cabo por Chun Doo-hwan, Ko Un fue acusado de traición y sentenciado a 20 años de cárcel. Salió en agosto de 1982 como parte de un indulto general. En 2011 Ko recibió un certificado que lo nombraba Isleño honorario de la isla de Jejudo.
UNAS HORAS CON LOS POETAS MUERTOS es un nuevo libro del auyor Ko Un en España. Una antología extremadamente selectiva, pues los poemas hacen referencia al poeta esencial. En la poesía de Ko Un hay muchas tonalidades y ecos, recursos y revelaciones, sarcasmos e ironías, visiones abismales y lirismos muy profundos, pero en él se da, a la vez, un poeta contenido y emocionado, con gran sentido de la trascendencia, que se aprecia muy bien en esta edición que hoy presentamos y para la que escribimos con afecto estas palabras.
Pero me atrevería a decir que –incluso por encima de su ingente obra literaria–, lo que tiembla y conmueve en Ko Un es un gran ser humano. Soy de los que creo firmemente, que no hay poesía sin vida ni vida sin poesía. Vida y obra son en Ko Un, por tanto, una unidad indisoluble y preciosa. Y, siempre, un gran ejemplo, para los lectores y para el resto de los creadores. Ko Un: poeta universal y de la universalidad: humanísimo.
Antonio Colina